
Celebrar el Sacramento de la Confirmación fue una experiencia llena de sentido para los estudiantes. En este encuentro con Dios, renovaron su fe, reafirmaron sus promesas bautismales y se dispusieron a recibir con apertura la fuerza del Espíritu Santo.
Más que un momento solemne, este sacramento se convirtió en una invitación a caminar con madurez en la fe, a asumir el compromiso de ser luz y testimonio en el mundo, y a dejarse transformar desde dentro.
Fue también un espacio de reflexión personal, donde cada joven pudo detenerse, mirar su interior y reconocer la presencia de Dios en su vida cotidiana. Un momento para reafirmar quiénes son y hacia dónde quieren ir, guiados por la esperanza y la fe.
Escrito por
Ana Cristina Vega
Catequista de Confirmación