Consideración Día 1: Cuando va a nacer un niño hay que prepararle la ropa y la cuna. Como San José era carpintero, fabricó la cuna más bonita, con la mejor madera que tenía, para el niño Dios. La Virgen María, pasó mucho tiempo tejiendo y bordando los pañales y ropitas. Poniendo siempre en todo lo que hacía el inmenso cariño que tenía a su hijo. A veces, como nos pasa a todos, se cansaban del trabajo, pero
entonces pensaban en el Niño Jesús y seguían haciéndolo con mucha alegría.
Todos los hombres tenemos que trabajar porque Dios ha querido que nos ganemos la vida y ayudemos a que los demás sean felices. El principal trabajo de los niños es estudiar, hacer los deberes y ayudar en casa. Cuando trabajamos o estudiamos pensando en agradar a Jesús, a Dios le gusta mucho. Pero nuestro trabajo debe estar bien hecho. Si lo dejamos para última hora, cuando ya no hay casi tiempo, o si está hecho de cualquier manera, no se lo podemos ofrecer a Dios. El regalo de este primer día para el Niño Dios será trabajar o estudiar con más empeño, como lo hicieron la Virgen María y San José.