Palabras de despedida

Escrito por:

Diana Alvarado Echeona, Promoción 2019

En este tan esperado día, me dirijo a ustedes, Hna. Nubia Teresa Barco, directivos, profesores, padres de familia presentes y compañeros. Con estas palabras busco expresar los sentimientos de la mayoría de nosotros en este momento, pero primero quiero entregar este día, y nuestros proyectos de vida en manos de Dios.

Como todos sabemos las despedidas no son fáciles, porque a pesar de siempre haber querido que llegara este día, hoy, al encontrarnos de frente con él, nos llenamos de muchas emociones, nos llenamos de alegría, de orgullo y de satisfacción por los sueños cumplidos, nos llenamos de recuerdos, de los aprendizajes, de las promesas, de los planes, caminos y por, sobre todo, de nuestras vidas compartidas, gracias a todo lo aquí vivido. Por ende, es curiosa la contradicción que se da hoy, porque las despedidas suelen ser tristes, pero hoy estamos celebrando que hemos logrado completar una etapa muy significativa para nuestras vidas, y las celebraciones son motivo de alegría.

De igual manera, nunca podremos olvidar a todos aquellos que estuvieron a nuestro lado en cada momento de nuestra formación, nuestros queridos profesores, los que se fueron y los que están, los que hacían exámenes sorpresa, los que dejaban un trabajo de viernes para el lunes, o esos que te llamaban la atención por llevar mal el uniforme, pero ahora entendemos que eso lo hacían porque de ello dependería nuestra formación, y por ende nuestro futuro. Pero, especialmente le agradecemos todo el apoyo y la confianza que la hermana Nubia Teresa Barco Jurado, ha depositado en nosotros durante estos 3 años.

Y entre, trabajos, exámenes y risas, el tiempo se nos fue volando, y estamos aquí, terminando un ciclo, cerrando un capítulo, despidiéndonos de personas y lugares que ya no vamos a frecuentar, pero que formaron parte de nuestras vidas por un largo tiempo. Y ahora, lo que nos queda es el recuerdo, el recuerdo de un camino que muchas veces quisimos dejar, porque nos costaba o porque muchas veces el cansancio y el fracaso podían más. Sin embargo, fue el camino que logramos recorrer y llegar al final.

Hoy estamos en el lugar donde nuestras vidas toman rumbos diferentes, para cada uno de nosotros. Será un mundo nuevo por descubrir, pero nunca dejen que la vida los arrastre, sean ustedes quienes le arrebaten todo lo bueno a la vida y le demuestren las increíbles personas que son.

Por última vez, estamos todos juntos de uniforme, el cual siempre nos dio tanto orgullo usar. Y hay que ser realistas, cada día que pase, las diferencias se harán más grandes; horarios, carreras y familias, pero recuerden, los amigos no solo están cuando se encuentran uno al lado del otro y ojalá ese camino que nos trajo hasta aquí, sea el mismo que nos lleve a estar juntos.

Entonces, me gustaría que siempre recuerden que estamos brillando desde nuestras propias estrellas, y que, aunque algunas estrellas sean ambiciosas e incluso otras no tengan ningún rumbo, todos tenemos una luz brillante y cada una es preciosa y que, si en alguna noche se sienten solos, como las estrellas, estamos brillando, no desaparezcan, su existencia es importante.

El ciclo de la vida debe continuar, un final, es un nuevo comienzo, una libreta en blanco, una nueva oportunidad de, ser como siempre hemos querido ser, hacer lo que siempre hemos querido hacer, y cambiar lo que siempre hemos querido cambiar.

Por esto y mucho más, lo logramos muchachos.